MOTIVACIÓN

 La motivación es muy importante a la hora del aprendizaje, las personas se encuentran motivadas por una cierta jerarquía de necesisdades, metas por las cuales el individuo lucha, que varían en naturaleza y complejidad; algunas de ellas son tan básicas como la necesidad de alimentarse y respirar, y otras escalan en complejidad como el deseo de pertenencia a un grupo social o la necesidad de autorrealizarse.

  

Todo ésto lo podemos ver claramente en la Pirámide de Maslow, donde clasifica las necesidades desde las más básicas hasta las más complejas y muestra como el individuo hasta que no tiene asumidas unas no pasa al siguiente nivel

Ahora bien, en tanto motivación en el ámbito del aprendizaje, que realmente es el que tratamos en el curso, podemos afirmar que cuando un alunmno desea aprender algo, logrará hacerlo de forma sencilla, por oposición a aquellas situaciones en las cuales no desea aprender. La motivación en el alumno, entonces, depende inicialmente de necesidades e impulsos de los que se origina la voluntad de aprender, es decir que esta motivación es de carácter volitivo. Frente a esto el docente deberá fomentar en el alumno una motivación del tipo intrínseca, es decir, que deberá generar en sus estudiantes la voluntad de aprender como recompensa en si misma convirtiéndose en un buen líder a seguir. Se buscará, entonces, que el alumno aspire a la consecución de metas de aprendizaje y no de desempeño: el docente debe apuntar a orientar la atención de los alumnos que tiene  hacia el proceso de solución más que hacia el resultado, motivando porque  sin motivación no hay aprendizaje

   Desde este punto de vista, el profesor debe plantearse un triple objetivo en su acción motivadora:

• suscitar el interés
• dirigir y mantener el esfuerzo
• lograr el objetivo de aprendizaje prefijado

Cada alumno se motiva por razones diferentes

La motivación como proceso autoenergético de la persona, limita la función del profesor a ser un agente exterior que trata de desencadenar las fuerzas interiores del alumno. Esto nos lleva a una consecuencia: los incentivos tienen un valor motivacional limitado. La misma actividad incentivadora produce distintas respuestas en distintos individuos, o incluso en el mismo alumno en diversos momentos.
Para intentar evitar ésto, se tiene que acompañar individualizando y

adecuándonos a las peculiaridades del alumno, en las que influyen tanto los rasgos de personalidad como su vivencias.

Para ello hay que apoyarse en los intereses de los alumnos y conectarlos con los objetivos del aprendizaje o de la actividad. Hay muchos profesores que tienden a buscar técnicas interesantes para ellos pero que no provocan ninguna motivación en los alumnos. Los alumnos no se motivan por igual, por lo que es importante buscar y realizar actividades motivadoras que impliquen mayor participación del alumno.

Si recordamos la pirámide de Dale e identificamos  el aprendizaje a partir de la experiencia, podríamos extrapolar esta situación para definir que se motiva más y mejor quien mayores y mejores experiencias vive en el aula. Leemos ya con bastante frecuencia, que en situaciones de aprendizaje nos importan más los procesos que los resultados. La razón es que los procesos permanecen siempre y sirven de refuerzo o motivación para posteriores aprendizajes. Y aunque yo no estoy muy conforme con esta afirmación la respeto, pero creo que lo importante es el resultado final porque al fin y al cabo lo que buscamos es que cuando impartimos una clase se aprendan los conceptos y para que esto  suceda tenemos que motivar o hacer pensar al alumno que es muy importante lo que estamos dando, eso sí, hacerlo muy, pero que muy atractivo par que no deje de prestarnos atención.
   Para poner en práctica factores que nos pueden motivar, hemos realizado un ejercicio en grupo (Pepe, Pilar y Yo) sobre factores higiénicos y motivadores, y ha sido bastante interesante dado que primero cada uno ha rellenado lo suyo, luego hemos hecho una puesta en común que nos ha llevado ha diversidad de opiniones así como argumentos que sustentaran las distintas posturas, y lo más divertido e interesante la puesta en común, que ha llevado a razonamientos varios que se han prolongado de tal manera que ha sido imposible llegar al final de todas las posturas en una sola sesión.
   Entonces digo, la motivación es muy relativa, como bien he puesto anteriormente, depende mucho de la persona a motivar, su mochila personal y sobre todo el ánimo en que se encuentra en ese momento.