Para que una Acción Formativa sea lo más acertada posible y al finalizar la misma tenga éxito; tanto el profesor que la imparte como el alumnado que asiste a la misma, tienen que tener unos objetivos comunes aunque desde distintos enfoques.


Los objetivos de su enseñanza se centrarán en los parámetros definidos por el Sistema Nacional de Cualificaciones, en el que insertan 26 familias profesionales agrupadas en los 5 niveles de cualificación establecidos en la Unión Europea.
En este sistema, en cada una de las actuales cualificaciones profesionales, se definen las competencias profesionales que sirven para articular módulos y unidades formativas.
Una vez establecidos los términos y conceptos de referencia, el siguiente paso es conocer el modo de establecer los objetivos de cada bloque formativo que deseemos organizar: sus contenidos y actividades, así como la metodología que se desarrollará en el curso teniendo en cuenta las características de los alumnos: nivel educativo, intereses, experiencias como profesionales, experiencia previa en la competencia que vamos a desarrollar, etc.
Su definición no permitirá disponer de referentes para comprobar el grado de consecución de los objetivos que estemos llevando a cabo mediante el procedimiento de evaluación más idóneo. Que se verá en el módulo evaluación.
Para ello tenemos que:
Para ello tenemos que:
- b) Preparar y elegir la metodología (métodos) para llevar a cabo los trabajos más convenientes y conseguir los objetivos fijados. Desarrollando el contenido y las destrezas necesarias .
- c) Eligiendo el material, medios y recursos.
- d) Fijando un orden o secuencia en la ejecución y distribuyendo el tiempo conveniente. Temporalización.
- e) Controlando los resultados para, mejorar la ejecución de la obra o resultado final. En formación sería la evaluación inicial, continua y final
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